El teatro es fundamentalmente un trabajo en equipo. Ese equipo está integrado por el autor (representado por el texto), el director, los actores, el escenógrafo y, según los casos, por un asistente, un iluminador, varios técnicos, vestuaristas, etc.
La idea de equipo supone que todos trabajan para lograr un proyecto en común. Por esta razón, la escenografía se construye integrando las diferentes opiniones propuestas del grupo.
El escenógrafo, después de leer el texto, comienza a trabajar con el director y los actores, tratando de detectar todas las necesidades espaciales. También, es posible que el director tenga una idea previa de lo que se requiere y sobre eso comienza a trabajar el escenógrafo. Otras veces, después de una segunda lectura, el escenógrafo propone el espacio que el texto le sugiere. En otros casos el autor es parte del equipo, entonces puede colaborar dando sus opiniones.
De cualquier manera, es importante dejar en claro que no hay una única manera de concebir la escenografía de una obra teatral. Estas diferentes maneras dependen de lo que se quiera expresar con la obra. Así como dos personas no cuentan un cuento de la misma manera, cada director contará la obra según su visión personal y le otorgará a la escenografía otras características.
Igual que en un cuadro o en una escultura, en la escenografía los colores, las formas y el espacio están expresando, simbolizando o comunicando cosas. Así, lo que expresa la escenografía se complementa con lo que se dice y se hace en la obra.
Fuente: Plástica en Red 7 8 9, Ema Brandt, Patricia Berdichevsky, Laura Bianchi, Mariana Spravkin, A-Z editora, Buenos Aires, Argentina, enero de 2006
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